Primer día de trabajo después del periplo vacacional. Reencuentro con los compañeros, con las rutinas horarias y con los desaguisados propios de lo que se toca cada jornada.
Y todo esto aderezado con las fiestas de mi pueblo, lo que se llama por aquí como "Festa Major".
Una "Festa Major" que es más que probable que sea la última que pase en el que, para bien y para mal, haya sido mi pueblo de nacimiento. La decisión de marchar está tomada. Sólo falta encontrar el dónde (dentro de una meditada selección de destinos que he llevado a cabo mentalmente y basada en criterios de aumento de calidad de vida y proximidad a mi bienamado pirineo...).
Pero como se que será, probablemente, la última vez que viva estas fiestas en vivo y directo, he decidido que no podia faltar a la cita que cada año, y durante muchos ya, habia sido para mi y para mis amigos el eje central de las mismas, lo que se llama la "Nit de Confetti".
Es decir, una copa = 1 bolsa llena de bolas de papel, a su vez éstas llenas de confetti. Un único objetivo : lanzar el máximo de bolas de confetti a los que te rodean, sean conocidos o no, al ritmo de la música, hasta acabar cubiertos de esos diminutos papelillos que tanto cuestan de sacar de encima.
Es una manera de cerrar el verano, de empezar con las rutinas que nos van a acompañar hasta el siguiente, y pasar una noche de verano (de las últimas ya) en el mejor ambiente posible.
Por esta razón, y por otras que son obvias y ya comentadas y sabidas en este blog, ha sido una noche especial y diferente. Una noche cargada de simbolismos, de despedidas encubiertas, de añoranza por la persona que quería que estuviera allí conmigo y que aún no puede estar, de un amor que no puede ser pleno y real como más deseo, de nostalgia por lo vivido y recordado...
Pero otra noche más en definitiva. Otra noche en que la he seguido echando de menos, a ella, a la que ya es la mujer de mi vida pase lo que pase, a la dona que més he estimat mai i a la que més estimo... Otra noche que ha sido la última de esta etapa que llega a su fin en mi vida. Otra noche que dará paso a la de mañana, y que seguro que tendrá nuevas cosas con las que pararme a pensar y redactar.
Otra noche más ... sigue creciendo mi cuaderno de bitácora ... que no pare nunca !!!
martes, 29 de agosto de 2006
domingo, 27 de agosto de 2006
El final del verano
Para bién o para mal es así. Mi verano vacacional ha llegado a su fin. ¡ Y qué verano tan atípico !Como todo en la vida, siempre hay un fín de etapa. Y cada fín de etapa comporta indefectiblemente el inicio de una nueva.
Y ahí está este humilde servidor de la palabra. En este nuevo inicio de etapa, sembrada de esperanzas, de incertidumbres, de nuevos retos, de vida en definitiva.
Todos tenemos la obligación moral de saber qué hacer cuando acaba una etapa y empieza una nueva. Y ahí me encuentro yo en este momento. En un dulce pero extraño compás de espera. Intentando llenar los importantes huecos que se hayan en mi corazón y en mi mente. Dando un vistazo a las vivencias y recuerdos de los últimos tiempos. Tiempos intensos, cargados de emociones, de sentimientos, de mucho amor (que potencia desconocida, para mi hasta hace poco, tiene el amor...), de tristezas, de alegrias, de desesperación, y sobretodo y más importante, de esperanza.Mañana vuelta a la rutina cambiante laboral, mañana a recuperar los horarios que nos impone nuestra vida "social", mañana a levantarme como si fuera una nueva etapa.Mañana es mañana, pero ahora toca el hoy, y el hoy me ha dado por cerrar también la etapa de vacaciones de este blog.
A partir de hoy este humilde servidor de la palabra (bis) quiere convertir esta pequeña ventana al mundo en su cuaderno de bitácora vital. Allí en donde se plasmen sus pasos diarios, y todo lo que le circula por el interior, cual marino descubridor de nuevos horizontes.
Seguro que habrá alguién que sabrá apreciar las anotaciones del mencionado cuaderno, será como un canal directo hacia la esperanza, y encaminado a trabajar para mantener vivo (más aún si cabe) el amor que tanto ha hecho sentir, descubrir y vivir a este humilde servidor de la palabra (tri)."T'estimo, ja ho saps ... No ho oblidis mai, jo no ho penso fer, per més lluny que estiguis, sempre estaré a prop teu..."
Fin de etapa, inicio de una nueva. Ojalá los vientos nos sean propicios, las velas de mi barco están dispuestas a emprender esta nueva travesía con más fuerzas que nunca...
Y ahí está este humilde servidor de la palabra. En este nuevo inicio de etapa, sembrada de esperanzas, de incertidumbres, de nuevos retos, de vida en definitiva.
Todos tenemos la obligación moral de saber qué hacer cuando acaba una etapa y empieza una nueva. Y ahí me encuentro yo en este momento. En un dulce pero extraño compás de espera. Intentando llenar los importantes huecos que se hayan en mi corazón y en mi mente. Dando un vistazo a las vivencias y recuerdos de los últimos tiempos. Tiempos intensos, cargados de emociones, de sentimientos, de mucho amor (que potencia desconocida, para mi hasta hace poco, tiene el amor...), de tristezas, de alegrias, de desesperación, y sobretodo y más importante, de esperanza.Mañana vuelta a la rutina cambiante laboral, mañana a recuperar los horarios que nos impone nuestra vida "social", mañana a levantarme como si fuera una nueva etapa.Mañana es mañana, pero ahora toca el hoy, y el hoy me ha dado por cerrar también la etapa de vacaciones de este blog.
A partir de hoy este humilde servidor de la palabra (bis) quiere convertir esta pequeña ventana al mundo en su cuaderno de bitácora vital. Allí en donde se plasmen sus pasos diarios, y todo lo que le circula por el interior, cual marino descubridor de nuevos horizontes.
Seguro que habrá alguién que sabrá apreciar las anotaciones del mencionado cuaderno, será como un canal directo hacia la esperanza, y encaminado a trabajar para mantener vivo (más aún si cabe) el amor que tanto ha hecho sentir, descubrir y vivir a este humilde servidor de la palabra (tri)."T'estimo, ja ho saps ... No ho oblidis mai, jo no ho penso fer, per més lluny que estiguis, sempre estaré a prop teu..."
Fin de etapa, inicio de una nueva. Ojalá los vientos nos sean propicios, las velas de mi barco están dispuestas a emprender esta nueva travesía con más fuerzas que nunca...
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