Y como buen senderista, aunque podría serlo aún mejor, siempre le he encontrado sentido a una frase que es bien definitoria "la señal siempre marca el camino".
Ultimamente, por el sendero de la vida, he ido encontrado señales bien evidentes, de hecho muy evidentes. Una tras otra han ido sucediendose ante mis ojos, como la plasmación evidente de una realidad que por suerte era y es real.
Hoy, como no podía ser de otra manera, he continuado encontrando señales por mi camino. Saliendo de EL CLIENTE (lo pongo en mayúsculas puesto que es feo decir nombres y porque aunque me haga sufrir hasta la extenuación me está ofreciendo la oportunidad de ganarme bien la vida) me he cruzado con un anciano, bastón en mano y barra de pan en la que le quedaba libre. Con una sonrisa de oreja a oreja se ha parado delante mio mientras yo desbloqueaba mi móvil de empresa y me ha dicho algo que por absurdo que parezca he conseguido encontrarle un sentido : "¿Han salido ya los marcianitos de ahí?" Yo le he contestado con una carcajada inconsciente "no pas" a lo que el me ha respondido "pues haz todo lo posible para que salgan, suerte !".
Absurdo a todas luces no ?
Posiblemente si. Pero yo me lo he tomado como otra señal. Creo que el anciano ha acertado plenamente con lo que he de hacer. Librarme de los fantasmas que invaden mi mente. Librarme de esos marcianitos que a veces me impiden ver el bosque fijando la vista en el árbol que tengo en frente mio. Saber que lo que estoy haciendo es lo más correcto y adecuado, que vivo como pienso en definitiva.
El anciano me ha mandado una señal absurda, pero real. Auténtica, como auténtico es lo que siento. Y lo que siento es lo que me hace sentirme vivo, no tiene más.
Seguimos andando por el sendero, y seguimos viendo señales. Espero que nunca las deje de ver. Señal que seguiré por el buen camino, el camino correcto.
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