Hoy ha sido un día Suede. Parecía premonitorio, pero me he levantado, después de dormir unas ligeras cuatro horas (algún día dejaré de ser un ave nocturna...), con la canción "Beautiful Ones" sonando repetitivamente en el interior de mi craneo.
Suerte de ello, puesto que el día ha sido el más apropiado para poder usar la dosis de buen "feeling" y energía que me transmite esta canción noventera.
A las presiones mentales habituales de un servidor, se le ha sumado llegar a ese sitio donde vas unas muchas horas al día para que te paguen a final de mes y asistir a una de aquellas pugnas de poder, ya míticas, que se centraban en el hecho de quién le daba el marrón a quién o, en definitiva, quién lo podía hacer peor sin batir inconscientemente un nuevo record Guinness a la no-funcionalidad psico-motriz humana.
Ésta es una de aquellas canciones que me fascina, por su inicio pletórico, cargado de buenas vibraciones, y de vitalidad concentrada en poco menos de tres minutos y medio escasos.
Todo ello me hace llegar a dos conclusiones :
Primera : Espero que mañana no sea un día Nirvana y suene en mi cabeza una "I hate myself and I want to die".
Segunda : ¿ Esa guitarra que suena al principio, y que tanto me gusta, me hará por fín dar el salto definitivo del instrumentillo del "Guitar Hero" a una guitarra de verdad y hacer realidad un viejo sueño de adolescencia ? A ver si consigo aprender la lección de no temer a lo desconocido por el simple hecho de ser desconocido.
Seguiremos informando ...
martes, 4 de septiembre de 2007
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