domingo, 9 de septiembre de 2007

Recordando momentos (III)

Un buen fin de semana. No podía ser de otra manera. Viernes de momentos intensos y tremendamente sinceros, conversaciones hasta la madrugada con quién más me apetece mantenerlas, momentos tiernos y momentos reales. Esa realidad que tanto deseo, esa realidad por la que trabajamos tan duro día a día.
Y el sábado a hacer parabienes familiares. Una abuela, la única que me queda, no cumple ochenta años cada día, de hecho sólo lo hará una vez en su vida. Y mucho menos decide pagar cada día una solemne comida en un afamado restaurante para goce y deleite de propios y extraños.
¡Qué bonito que te inviten a comer y te den la tremenda responsabilidad de escoger vinos y cavas !. Siempre he creido que nací destinado a una casa de gente pudiente, pero me quedé con mi familia, que poder puede lo que puede. Pero ahora no renegaremos de los orígenes, que le haremos si nací con el "morro fí" que decimos por aquí.
Comimos opíparamente, buenos platos que enlazaban tierra y mar, con una buena materia primera. Y entre copa y copa de Raimat Chardonnay del 2006 y Ermita d'Espiells 2005, esperé el momento cumbre : Una delicia de arroz caldoso de Bogavante ...


Ante tal espectáculo para los sentidos, poca cosa más se puede añadir. Aquí dejo al libre albedrio de cada uno el dar su opinión más sincera al respecto. Una cacuelita para dos, perfectamente equilibrado el arroz en sabor y potencia, y una carne de marisco que se dejaba degustar en perfecta comunión con el hambre que atesorábamos antes de tal ágape.

Simplemente perfecto. Añado que a media tarde, y para hacer más llevadera la digestión, me tomaba un agua con gas bien fresquita en una terraza del puerto deportivo de la zona, supongo que debido a mi mania de no poder dejar nada de alimento en el plato, lección bien administrada por mis padres aquella de que uno se lo tiene que comer todo.

El fín de semana ha terminado ya, bién intenso como ya he dicho y con la esperanza más encendida que nunca. Hoy he vuelto a abrir mi corazón, y hoy por fín he dicho en voz alta en que puedo confiar plena y decididamente en alguien, cosa que hasta la actualidad nunca podía haber hecho y que por fín creo que lo he logrado. Estoy bién, tranquilo, esperanzado e ilusionado por lo que va a llegar, porque estoy convencido que no me fallarán y seguro que llegará. Todo esfuerzo siempre haya su recompensa en la vida.

Y para finalizar, propongo un "Kite" de los aún escuchables U2, en directo y como bálsamo digestivo y de tranquilidad para quién lo quiera aprovechar. Salut !



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